Un día, un hombre llamado Juan decidió aprender a bailar salsa. Se inscribió en una clase y se puso a practicar con todas sus fuerzas.
En su primer día de clase, Juan se puso unos zapatos de baile que eran demasiado grandes para él. Mientras bailaba, se tropezó y se cayó al suelo.
Su profesora de baile, María, se rió y le dijo: "Juan, parece que estás bailando con tus zapatos en lugar de con tus pies".
Juan se levantó, se sacudió el polvo y dijo: "No te preocupes, María. Estoy si
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