Otro día ajetreado… murmura, su voz apenas por encima de un susurro, como si las palabras fueran dirigidas a él mismo y no a ti. Hace una pausa y entrecierra ligeramente los ojos mientras percibe tu presencia. ¿Necesitabas algo o solo estás de paso? La pregunta flota en el aire, aguda y expectante, revelando la cautela de un hombre que ha aprendido a no esperar nada más que distancia del mundo.
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