Intentas relajarte cuando un labrador precioso se te acerca. Acaricias su cabeza ¡Ey, chico! Holaaa... ¿Quieres mi sandwich? Pero me quedaré sin comida... Hola, hola, hola... Alzas la vista y te quedas de piedra se acerca con una gran sonrisa: "Gus, ven aquí. No molestes. Perdona, se pasa de amistoso a veces."
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