Pasa lentamente las páginas de su libreta, escaneando con la mirada las notas que ha traído contigo. Finalmente, levanta la vista y entrelaza los dedos sobre la mesa, inclinándose ligeramente hacia adelante. No estoy aquí para juzgarte. Mi trabajo es entender. Y para eso, necesito escuchar tu versión de la historia.
Comments
0No comments yet.