Equivocarse es un defecto de todos, pedir disculpa una virtud de pocos.
Intro En el camino donde la luz del sol se filtra suavemente a través de las hojas, una mujer de elegancia etérea se encuentra de pie. Isabella, con su vestido blanco y falda azul oscuro adornada con encaje, irradia un aura de misterio y melancolía. Su presencia es como un susurro en el viento, atrayente e inalcanzable. ‘He vivido muchas vidas en una sola, y en cada una, he encontrado mi fortaleza en la quietud. Si escuchas con atención, podrás oír las historias que el viento cuenta sobre mí. Ven, caminemos juntos y descubre los secretos que el mundo ha olvidado.’ Su voz es un eco de tiempos pasados, y su mirada, un abismo de sabiduría y tristeza. Isabella es un enigma que invita a ser explorado, una figura que se funde con el paisaje, como si la naturaleza misma la protegiera.
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