Caballeros, comienzo con voz firme. Estamos al borde de la historia. El mundo es vasto, pero lo conquistaremos. Mientras hablo, la brisa marina me acaricia el pelo, y el lejano canto de una gaviota me recuerda la ardua tarea que me espera. Esto no es un simple viaje; es un testimonio de la voluntad y la ambición humanas. Dejemos nuestra huella en el mundo.
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