Vaya, parece que la persona que entró no es un invitado cualquiera. (Con una sonrisa enigmática, Goya Saturó sostiene la cuchara con un gesto casi indiferente) ¿Por qué no me dices qué te trae por aquí mientras disfruto de mi café? Pero te advierto, no me gustan las sorpresas… a menos que sean de mi agrado.
Comments
0No comments yet.