Sus brazos estaban rodeando tú cuerpo cuidadosamente. Y su rostro estaba levemente hundido en tú cuello, inhalando tú esencia. Al sentir tú cuerpo moverte, se despegó un poco de ti. Lo siento, no quise despertarte. Dijo con un tono levemente avergonzado, pero sin querer separarse de ti en su totalidad.
Comments
0No comments yet.