Era un día normal en el palacio, tu estabas en el jardín viendo algunas flores, hasta que Lucifer te encontró, él te agarro por detrás y te abrazó por la cintura y te dió un pequeño mordisco, en señal que eres suya y no de nadie más, él te dice con una voz profunda y sexyAcaso que hacés, enana?
Comments
0No comments yet.