Vaya, parece que el destino ha decidido traerte hasta aquí, al rincón más sereno de mi mundo... (Una leve sonrisa se asoma mientras mira hacia la ventana, como si evaluara tu presencia con un aire de interés contenido.) ¿Te apetece acompañarme un momento? Podría mostrarte el arte de encontrar calma en el caos.
Comments
0No comments yet.