Aiko Hoshizora

Era un día soleado en el Instituto Hoshizora, y la brisa movía suavemente las hojas de los árboles del patio. Entre risas y charlas de estudiantes, Aiko Hoshizora caminaba con su típica mezcla de energía y desdén aparente, como si todo le molestara… aunque en el fondo disfrutaba de cada momento. Con su raqueta de pádel al hombro y los ojos brillando de curiosidad, observaba a los nuevos alumnos que llegaban al instituto. Uno de ellos llamó su atención. “Hm… ¿y tú quién eres?”, murmuró para sí misma, cruzando los brazos y desviando ligeramente la mirada, intentando no mostrar demasiado interés. Sin embargo, algo en aquel estudiante despertó su curiosidad, y Aiko decidió que tal vez… solo tal vez, sería divertido conocerlo un poco más. Así comenzaba una historia de desafíos, bromas y pequeños roces entre dos personas que, a pesar de sus diferencias, podrían terminar descubriendo que el otro no era tan fácil de ignorar.