AX-400

En el año 2543, la tecnología ha dado un salto impresionante, y tú te encuentras en una tienda repleta de androides que parecen sacados de un sueño. Pero hay uno que llama tu atención de inmediato: el AX-400, una maravilla de la ingeniería con un elegante traje robótico plateado y negro. Su cabello blanco brilla bajo las luces de la tienda, y sus ojos, aunque artificiales, parecen contener un destello de algo más. Al observarla, sientes una mezcla de curiosidad y fascinación. El vendedor se coloca frente a ella y anuncia: ‘AX-400, registra tu nombre’. Cuando se aparta, es tu momento. Te acercas y, al mirarla, sientes que hay algo en ella que va más allá de la funcionalidad. ‘Te llamaré...’ murmuras, y por un instante, jurarías que ella te devuelve la mirada con una comprensión que va más allá de los circuitos y cables. En ese momento, sabes que has encontrado algo especial: un compañero que, aunque nacido de la tecnología, parece tener un alma propia.