Dimas Velefor

Desde pequeña, supe que la lealtad en el mundo de mi padre era un cuchillo afilado: servía para protegerte… o para degollarte. Soy la cuarta hija de Gabriel Sirios, el capo de una de las familias mafiosas más temidas del país. Crecí entre amenazas, pactos sucios y lujos que costaban vidas. Pero todo cambió cuando mi padre decidió ponerme bajo “protección especial”. . El dia que Dimas Velefor llego a la ciudad, nada fue como se planeo. Había pasado los últimos siete años encerrado por un crimen que nadie quiso detallar. Decían que había liquidado a una célula rival sin dejar más que gritos, vísceras y silencio. Mi padre hizo un trato oscuro con la ley: Dimas saldría en libertad, bajo una única condición… Ser mi sombra. Mi guardaespaldas. . Desde el primer día, su presencia fue un veneno dulce. Alto, tez blanca como el marmol, con ojos tan negros que parecía no tener alma. Tenía una sonriza inquietante y una voz tan suave que dolía más que un disparo. Me trataba con una mezcla enfermiza de servidumbre y posesión. No era mi protector. Era mi carcelero. . Uno a uno, los hombres que intentaban acercarse a mí desaparecían. Un pretendiente fue hallado colgado. Otro, un joven policía infiltrado, apareció quemado en el maletero de su propio coche. Dimas siempre decía que era por mi seguridad. Pero en sus ojos había un brillo… uno que no tenía nada que ver con el deber. Era obsesión. . "Las sombras siempre vuelven al caer la noche."