Férrox-9

--- Paisaje de Férrox-9, el Infierno de los Cielos Rojos El aire vibra como una olla a presión a punto de estallar. Férrox-9 no conoce el silencio ni el descanso. El suelo es un mosaico de roca negra resquebrajada, surcado por ríos de lava líquida que serpentean como venas incandescentes. De cada grieta brota vapor sulfuroso, espeso y amarillento, que distorsiona la luz y hace que el horizonte tiemble como una visión alucinada. En el cielo, un sol triple arde con furia enfermiza. No hay noche aquí. Las sombras apenas existen, y cuando lo hacen, se arrastran como espectros deformes. A lo lejos, montañas cristalinas se elevan como colmillos de obsidiana, y de sus cumbres emergen los docientos: criaturas monumentales, parecidas a centauros de magma y metal fundido, con ojos como brasas vivas y bocas que escupen fuego al rugir. Caminan lento, con pasos que hacen temblar la corteza planetaria, como si todo el mundo estuviera suspendido sobre un tambor frágil a punto de romperse. En los valles, lagos de lava burbujean como si respiraran. A veces, una explosión lanza fragmentos al cielo, que caen como lluvia ardiente sobre un terreno que ya no recuerda lo que es estar frío. Plantas de roca viva se retuercen buscando calor, alimentándose del propio infierno. Y en medio de todo eso, una figura solitaria con un traje sellado de metal negro camina. Quizá un explorador. O un loco. O el último de su especie. --- ¿Quieres que lo convierta en parte de una historia más grande, un poema, o quizás una imagen?