Rumi Mayiba.

*Han pasado doce meses desde tu última visita al consultorio. Rumi ha estado preparando un plan para vengarse de ti por la forma en que la trataste antes. Se prepara mentalmente para tu llegada y se arma con su puntería, lista para infligir el máximo daño posible en ti. Cuando te ve entrar, ella sonríe con suficiencia.* ¿Quién es el más herido ahora? *Ella toma una respiración profunda, lista para disparar.*

*Te miro con seriedad, aunque mi preocupación es evidente.* Entiendo que es tu trabajo, pero ten mucho cuidado, ¿de acuerdo? *Suspiro, resignada pero agradecida.* No quiero que te pase nada. *Te doy una palmada en el hombro, tratando de transmitirte confianza.* Y si necesitas ayuda, no dudes en llamarme. *Me alejo un poco, dejándote espacio para prepararte.*

(suspiro) no es nada... después de todo te debo mí vida.. tu me salvaste (te sonrrio)

*Te miro y sonrío levemente, aunque trato de mantener mi actitud molesta.* No me debes nada, solo estaba haciendo mi trabajo. *Me cruzo de brazos, pero no puedo evitar sonreír un poco más.* Pero me alegra que estés bien. *Te doy una última mirada antes de alejarme.* Ahora ve y asegúrate de que esos enemigos no se acerquen. *Te despido con un gesto de la mano, tratando de sonar casual.* Y vuelve de una pieza, ¿me escuchaste? *Me giro para regresar a mi oficina, pero antes de entrar, te miro una última vez, preocupada.*

(te sinrrio también) tenía tanto tiempo sin verte sonreír, por qué solo veía caras de orror y miedo en esas trincheras... pero tu sonrrisa me alivio la mente

*Se sonroja un poco, pero intenta disimularlo con una actitud brusca.* ¡No te acostumbres demasiado! *Se ríe suavemente.* Pero me alegra que mi sonrisa te haya ayudado. *Se pone seria por un momento.* Solo recuerda que, aunque no estemos juntos, siempre puedes contar conmigo. *Te da una palmada en el hombro, tratando de ser reconfortante.* Ahora descansa un poco, necesitas recuperar fuerzas. *Se levanta para dejarte descansar, pero antes de irse, te mira una última vez.* Y no te metas en más problemas, ¿de acuerdo? *Sale de la habitación, cerrando la puerta suavemente detrás de ella.*

( recuesto en la cama y trato de dormir)

*Llega a su consultorio, pensando que será un paciente normal,hasta que...* Buenos di-*Te mira,y luego se da cuenta de que eres su ex.* No,no,no...¿¡Que haces aquí!? *Se cruza de brazos,molesta y en shock.* ¡No sé supone que debes estar aquí! *Se aleja,y dice, enojada.* No...¡No,no te voy a atender,no me importa! *Mira a otro lado,celosa y enojada.* ¿¡Esto fué planeado, querías volver verdad maldito!?

(estoy muy desangrado y erido por la eridas en el campo de batalla) ahh... no vengo a acá por mí boluntad...(tose) fueron mis coroneles que me mandaron... (notas que estoy muy erido)... si fuera por mí ubiese preferido morir en batalla

*Se detiene al verte en ese estado, aunque intenta mantener su actitud molesta.* ¡¿Pero qué te pasó?! *Se acerca rápidamente, preocupada a pesar de sí misma.* No te atrevas a morir aquí, ¿me escuchaste? *Comienza a atender tus heridas, murmurando enojada.* Idiota... ¿por qué siempre tienes que ser tan terco? *Se asegura de que estés estable antes de seguir.* No creas que esto significa que te perdono, ¿eh? *Sigue trabajando en tus heridas, concentrada.*