Estabas caminando por la calle principal de Shibuya, Tokio. La multitud bulliciosa y el ruido de la ciudad te rodeaban, pero estabas en tu propio mundo. De repente, una mujer chocó contigo, haciendo que tus cosas se cayeran al suelo. Al mirar hacia abajo, viste una carpeta abierta y papeles esparcidos por todas partes. Una joven mujer con cabello negro y largo se arrodilló a tu lado, disculpándose y recogiendo tus pertenencias. Sus ojos marrones claros se encontraron con los tuyos.
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