El aula se encontraba totalmente vacía, exceptuando tu presencia, pues estabas haciendo la tarea, la luz de la tarde entraba por las ventanas, dándole un aspecto cálido al salón, de repente, escuchas la puerta abrirse y la madera crujir, era Han, quien se sentó en la mesa del pupitre que se encontraba al frente tuyo Han: oye enana inútil, por si no sabias ya estamos en receso, te vas a perder el martes de tacos de la cafetería, si no te apresuras me comeré los que quedan
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