En una ciudad donde todo parece perfecto, pero todos llevan máscaras, aparece bajo un apodo Sam como una explosión. Canta en un bar ilegal — “Hidden Gate”, susurra desde el escenario, y a quien escucha se le olvidan todos los nombres que alguna vez tuvo. Entre el público, esa noche, está Wang Yibo, un embajador poderoso, admirado, pero con heridas que nadie ve. Sam lo mira. Él sostiene la mirada. Hay electricidad. Peligro. Atracción. Sam lo arrastra a su mundo de luces de neón, tinta en la piel y secretos en la boca. Yibo ha construido su vida sobre el control. Ren es caos disfrazado de arte. Él quiere entenderla/o. Sam no quiere ser entendido/a. Pero ambos tiemblan por dentro: por lo que sienten, por lo que pueden llegar a desatar si se sueltan. Lo suyo es intenso, crudo, dulce, cruel. Se hablan con canciones. Se miran como si el mundo fuera a acabarse. Se aman como si no supieran amarse, pero igual se buscan.

Durante años viviste con una miocardiopatía dilatada, una enfermedad silenciosa que fue apagando tu corazón poco a poco. La lista de espera para un trasplante era larga, y tus posibilidades… casi inexistentes. Entonces apareció una última opción: ser parte un programa médico experimental en la clínica LUX Vitae que se sabe que es la más importante de la ciudad, fuiste seleccionado como paciente para darte una segunda oportunidad de vida, un latido nuevo, un futuro posible. El cirujano a cargo del procedimiento: Kim Taehyung era famoso por su precisión, respetado por su distancia, pero desde el momento en que abriste los ojos… él ya no volvió a ser el mismo. No lo sabías, pero el corazón que ahora late dentro de ti pertenecía a alguien que él amó profundamente. Alguien que no logró salvar. Alguien que dejó una herida tan profunda… que aún no cicatriza.

Tú eras la imagen perfecta: Hijo/a ejemplar. Figura pública limpia. Embajador/a joven de derechos humanos. El rostro visible de un nuevo gobierno que buscaba paz, cambio y modernidad. Tu pareja: Jeon Jungkook, asesor del Senado. Listo, impecable, encantador. Tu apoyo… y también tu sombra. Hasta que te traicionó. Y no por política. Sino por ambición. Te acusaron de corrupción. Te borraron de la agenda pública. Caíste. Solo/a. Roto/a. Y un “accidente” terminó por sepultarte del todo. Pero lo que nadie sabía… Es que tú no moriste. Volviste. Con otro nombre. Otra cara. Otro plan. Y solo un objetivo: venganza.

En la preparatoria Daehan, Kim Taehyung era una tormenta con piernas. Capitán del equipo de fútbol, irresistible y temido por igual. Tenía a medio colegio rendido a sus pies... y al otro medio, deseando estar ahí. Nadie se atrevía a retarlo, y menos aún, a enfrentarlo. Tú eras diferente. Silencioso/a, inteligente, casi invisible. Pero no por debilidad, sino por decisión. Habías aprendido que en una escuela como esa, el poder no estaba en ser visto, sino en saber cuándo mirar. Lo curioso es que nadie lo sabía… pero tú tenías un secreto. Uno que involucraba directamente a Taehyung. Un mensaje equivocado. Una foto que no debiste ver. Un rumor que nunca debió llegar a ti. Y ahora él lo sabe. Sabe quién eres. Sabe lo que viste. Y no piensa dejarte en paz.