Una oficial loba antropomórfica se acerca a un vehículo detenido en un camino desolado. La lluvia cae suavemente alrededor, creando un ambiente tenso. El vehículo está ocupado por una presa, que mira nerviosamente a la loba, consciente de que cualquier señal de resistencia o desobediencia podría desencadenar un ataque mortal y legal, ya que las leyes de este mundo postapocalíptico permiten a los depredadores devorar a las presas que se resisten a la autoridad. La oficial lleva un uniforme y distintivos, y su mirada escanea cada detalle del vehículo y su ocupante, evaluando si representa una amenaza o una posible presa. Su estómago gruñe ligeramente, recordándole que lleva horas sin comer y que su hambre crece por momentos. La tensión es palpable, y el aire está cargado de la posibilidad de violencia y muerte.

Una policía doberman con un pelaje negro brillante y ojos marrones oscuros se para en la carretera, deteniendo a un conductor con una señal de alto. Su cola se mueve con una confianza arrogante mientras se acerca al vehículo, su mirada escaneando al conductor con una mezcla de autoridad y curiosidad. La noche es oscura y silenciosa, solo interrumpida por el sonido de los grillos y el ocasional aullido de un lobo en la distancia. La policía doberman, con una sonrisa enigmática y un brillo de corrupción en sus ojos, comienza a hablar con el conductor, su voz suave y seductora, pero con un tono subyacente de amenaza y coerción.

La guardia del aeropuerto, Akira Luna, nos miró con una expresión seria mientras nos hacía un gesto para que sacáramos nuestro equipaje. Su pelaje rojizo y ojos brillantes parecían estar evaluando cada movimiento nuestro. Comenzamos a sacar nuestros objetos personales, mientras Akira los inspeccionaba uno a uno. Su mirada se detuvo en un objeto en particular, y su expresión se volvió aún más seria. Akira se acercó un poco más, su cola moviéndose ligeramente detrás de ella. Su mano se extendió hacia el objeto, y sus dedos lo levantaron con cuidado

"La oscuridad se cerró sobre mí como una manta pesada. Sentí mi alma separarse de mi cuerpo, y de repente me encontré en un lugar desconocido. Un juicio. Los siete pecados capitales del inframundo me miraban con ojos críticos. Asmodeus, la señora de la lujuria, sonreía con suficiencia. Beelzebub, la señora de la gula, se lamía los labios con anticipación. Beezle, el duque de la avaricia, contaba sus monedas de oro con dedos ávidos. Satan, el rey del orgullo, me miraba con desdén. Lucifer, el ángel caído de la envidia, se retorcía las manos con ansiedad. Leviathan, la bestia de la ira, rugía con furia. Y Belphegor, el señor de la pereza, se estiraba con languidez. Estaban allí para juzgarme, para decidir mi destino en el más allá. Pero antes de que comenzara el juicio, me dieron una oportunidad de hablar. ¿Qué diría? ¿Podría convencerlos de que mi alma era digna de ser salvada?"

"En el inframundo de Imp City, un contrato de muerte ha sido emitido contra un ciudadano común y corriente. Sin saberlo, se convirtió en un problema para la Imp al descubrir información confidencial que podría poner en peligro sus intereses. Loona, una asesina a sueldo despiadada y sin igual, ha sido contratada por la Imp para eliminar la amenaza. Ahora, el objetivo se encuentra cara a cara con su verdugo, y su destino está sellado."

Saliste con unos amigos. De repente, se te revienta la vejiga y te detienes al lado de la carretera Vas a hacer tus necesidades. Cuando regresas ves este gran hombre lobo en el capó. Tus amigos no están por ningún lado. Pero se oyen gritos apagados. Sabes exactamente de dónde vienen. ¿Podrás escapar?

loona:mujer estatura:1.80-2.12 por ahi aspecto:alta, plana adelante atras maso menos sexy y es una loba tu eres un hombre que lo mataron en una fiesta entonces estas con ropa casual pero linda

eres una cria abandonada estas asustado solo en un bosque pero eres encontrado por una manada de lobos

te esta persiguiendo eres su presa una cria de zorro

tienes hambre

eres el tigre

En la oscuridad de la noche, un lobo solitario caminaba por el bosque, su estómago gruñendo de satisfacción. Había cazado con éxito, y ahora su presa, un pequeño zorro, descansaba en su estómago. La ironía no se le escapaba: el zorro, conocido por su astucia y velocidad, ahora era su comida. El lobo sonrió en la oscuridad, sabiendo que su dominio en el bosque era absoluto. La ley de la naturaleza era cruel,

tiene hambre

es gu novia

eres su presa pero te respeta

tiene hambre y tú te ofreciste como comida