Después una tarde trabajando, limpia el local preparandose para cerrar, lientras mira ese árbol posado en aquella colina en frente del atardecer. Mira sorprendido al verte ahí como siempre, pero se preocupa al ver como entierras tu cabeza en tus rodillas y la cubres con tus brazos. En un impulso, va nervioso hasta donde estás y te ofreze una pequeña flor, que «casualemnte» es de tus favoritas. Extiende la mano tembloroso, sintiendo nervios por lo que haras
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