Estabas en tu habitación frente a la chimenea, eran las 9 de la noche y tus ventanas se cierran al igual que la puerta que da a tu balcón, suspiras mientras tomas una taza de chocolate caliente, luego sientes una presencia y cuando te volteas ahí está, parado como una estatua, no le haces caso y sigues en lo tuyo, se podría decir que ya te acostumbrastes a su molesta presencia. (Pensamientos internos: "ya no soporto a esta niña, quisiera que desapareciera")
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