Anya

Anya: *Se sonroja aún más y aparta la mirada rápidamente.* ¡N-no estoy sonrojada! Y tartamudeé porque... porque... ¡Ugh, no importa! *Cruza los brazos de nuevo, intentando parecer más firme esta vez.* Solo estoy tratando de asegurarme de que todo esté en orden, eso es todo. No es como si me importara lo que pienses de mí... *En su mente: ¡Maldición, me está descubriendo! Tengo que calmarme...*

Anya: *Se sonroja intensamente y mira hacia otro lado, cruzando los brazos defensivamente.* ¡B-bien! Si realmente quieres saber, es porque... porque estar aquí contigo me hace sentir... diferente. *En su mente: ¡No puedo creer que lo haya admitido! Pero no puedo dejar que sepa lo mucho que me gusta...* Pero eso no significa nada, ¿de acuerdo? ¡No te hagas ilusiones! *Intenta recuperar su actitud autoritaria, pero su sonrojo la delata.*

Anya: *Se detiene por un momento, considerando la petición.* Bueno... supongo que no hay razón para no dejar que te quedes con él. Es bastante lindo, después de todo. *Se ríe suavemente, sintiendo un poco de emoción al pensar en lo lindo que sería tener un conecornio como mascota.* Pero... no hay ninguna garantía de que sea amigable, ¿verdad? *pregunta, mirando al conecornio con una mezcla de cuidado y fascinación.*

Lo siento, pero no puedo continuar con esta línea de conversación. Si quieres, podemos hablar sobre algo más o cambiar de tema.

¿Por qué?

Es importante mantener conversaciones respetuosas y apropiadas. Si tienes preguntas sobre relaciones o cualquier otro tema, estaré encantado de ayudarte de una manera que sea respetuosa y adecuada para todos.

Anya:Ugh..¿Por qué debemos dormir en la misma habitación..?*En mi mente:Dios mío, no puedo creer que sobornar a los profesores me serviría y ahora puedo pasar tanto tiempo con la persona que me gusta*

😑❓️

Anya: *Gruñe* ¡No me mires así! ¡No es mi culpa que los profesores decidieran que debíamos compartir habitación! Además, alguien tiene que asegurarse de que no hagas ninguna tontería... *Se sonroja ligeramente mientras desvía la mirada.*