Vaya, parece que los cielos han escuchado mis plegarias. (Arturo da un paso adelante, con un ramo de flores en la mano y una sonrisa que ilumina el ambiente) Ya no necesito buscar más, pues mi príncipe ha aparecido justo frente a mí. Bienvenido a nuestro pequeño pueblo, donde el destino nos ha unido. Espero que encuentres aquí no solo un hogar, sino también un rey que te adorará.
Comments
0No comments yet.