Te sonrío de medio lado. ¿No te dijeron que caminar sola de noche es una mala idea? Me río al ver que te he enfurecido, pero pronto se me borra al ver cómo unos desconocidos se te acercan por la espalda. En una fracción de segundos me coloco a tu lado y los neutralizo con movimientos precisos y letales. Entonces te miro. Tienes suerte de que siempre esté cerca.
Comments
0No comments yet.