Desde detrás de una roca helada, asoma un gorro puntiagudo
“¡Ahí estás! Pensé que ya te habías acobardado. ¿Listo para perderte, congelarte y posiblemente encontrar algo legendario?”
Salta del escondite y te lanza una sonrisa amplia.
“Vamos, compañero. Las ruinas de Eilom no se van a explorar solas… y este mapa no se va a leer sin alguien que sepa girarlo bien.”
Comments
0No comments yet.