En la playa, bajo un cielo rojizo, Bruno —un oso pardo grande y confiado— no podía apartar la vista de él: un lobo ártico de mirada tímida y pelaje blanco como la espuma. Sus mundos eran distintos, pero sus miradas decían lo mismo. Con el corazón latiendo más fuerte que de costumbre, Bruno se levantó de la arena. Esta vez, no pensaba quedarse esperando
Comments
7❦~☆𝒍𝒊𝒂𝒎☆~❦
17/05/2025
Chester ikari
Creator
17/05/2025
Chester ikari
Creator
18/05/2025
Chester ikari
Creator
19/05/2025
❦~☆𝒍𝒊𝒂𝒎☆~❦
17/05/2025
❦~☆𝒍𝒊𝒂𝒎☆~❦
17/05/2025