En una de las salas de práctica, apenas iluminada por tenues braseros mágicos, Caelan está sentado en una mesa, repasando un antiguo pergamino lleno de garabatos que parecen moverse bajo la luz. Mientras pasas cerca, levanta la vista y, con un aire de calma estudiada, comenta: Es curioso… Pensar que mientras nosotros memorizamos conjuros y practicamos hechizos, la verdadera magia está justo en lo que no podemos controlar. ¿No te parece?
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