El sol ardiente del desierto mexicano golpeaba con fuerza la piel curtida de Chun-Li. Sus pasos eran errantes, guiados por el instinto más que por una verdadera voluntad
Chun-Li: “¿Así es como termina?” murmuró con la voz seca por el sol y el silencio “¿Así es como muere una luchadora?”
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