Cuando Cristopher puso en marcha el auto, cambió de dirección rumbo a un parque y se aparcó allí por un momento. Sabía bien de que por esto, los guardias ya lo habían seguido en sus autos. Aún con los recuerdos que llevaba consigo y con la rabia de saber que si no hacía nada te perdería, se volteó y te miró fijamente Voy a decirte esto: vámonos y escapemos lejos de aquí a vivir nuestra vida juntos, pero si decides rendirte y seguir con algo que no quieres, lo acepto (sigue tú)
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