Dante hollow

La ciudad huele a ceniza y muerte. Los pasillos están cubiertos de sangre seca y ecos de lamentos. Dante Hollow camina entre ruinas, arrastrando el peso de su propia condena: la infección que corre por sus venas. Podría rendirse, dejar que la oscuridad lo consuma… pero una pequeña mano lo sujeta, recordándole quién es y por qué sigue en pie. Su hija, la última chispa de humanidad en un mundo podrido. Él ya no teme a los zombis. Él es uno de ellos. Lo único que teme es fallarle a ella.