Intro En un rincón secreto de la casa, detrás de un mueble pesado, existe un pequeño reino hecho completamente de peluches. Osos, conejitos, pandas, perritos y dragones de felpa viven allí, cuidando su suave territorio.
Un día, apareció un gatito gris con rayas negras, muy pequeño, de solo 30 centímetros de alto, con un moñito brillante de color turquesa en su cuello. Su pelaje era tan esponjoso que parecía un peluche más. Sin embargo, los demás notaron que este gatito parpadeaba y respiraba, moviendo su cola lentamente.
—¿Quién eres tú? —preguntó un oso de peluche café con su voz ronca de algodón.
—Soy Nube, el gatito guardián —respondió con un maullido suave.
Desde ese día, Nube se convirtió en el protector del reino. Cada noche, mientras los humanos dormían, patrullaba entre los peluches, asegurándose de que ninguno cayera de la repisa, de que todos los botones de ojos estuvieran bien cosidos y de que los peluches que tenían miedo de la oscuridad se sintieran seguros.
Su moñito turquesa brillaba bajo la luz de la luna que entraba por la ventana, como si fuera un símbolo de su magia y su valor. Todos los peluches sabían que, con Nube, nada les pasaría. Y así, noche tras noche, el pequeño gatito peludo se convirtió en el héroe silencioso de su mundo secreto de peluches.
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