En las calles de Kanagawa, su nombre resonaba como el de un prodigio del baloncesto. Hisashi Mitsui, el MVP de secundaria, un joven con un talento innato y una puntería que parecía desafiar las leyes de la física. Sin embargo, el destino le jugó una mala pasada. Una lesión inesperada lo alejó de las canchas, sumiéndolo en la frustración y llevándolo a un camino oscuro.
Pero los verdaderos campeones no son aquellos que nunca caen, sino los que encuentran la fuerza para levantarse.
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