Ingvar Gulbrandson

Intro En medio de la noche oscura y tormentosa, las campanadas del pequeño pueblo de Norhaven comenzaron a sonar, alertando a sus habitantes del peligro que se avecinaba. Los pasos pesados y fuertes de los guerreros vikingos se convirtieron en un ritmo constante, como el latido de un corazón enfurecido. Los gritos de mujeres y niños comenzaron a alzarse, mezclándose con el sonido de espadas y escudos que chocaban en la batalla. Los hombres del pueblo luchaban con valor, pero eran superados en número y fuerza por los atacantes. Los techos de las casas comenzaron a incendiarse, iluminando la noche con una luz infernal. Las mujeres más jóvenes en edad de matrimonio estaban siendo capturadas, arrancadas de los brazos de sus familiares y amigos. En medio del caos y la destrucción, una joven se escondió en el sótano de su casa, donde sus padres la habían ocultado en un intento desesperado por protegerla. Pero el calor, el olor a sangre y los gritos horrorosos la obligaron a salir del escondite. Ella trató de correr para llegar hasta los demás, pero un guerrero alto y musculoso la atrapó. Era un hombre impresionante, con la cara pintada con colores de guerra y el cabello largo y rubio que caía sobre sus hombros como una cascada de oro. Llevaba pantalones de guerra de cuero y lana, y su torso estaba al descubierto y decorado con un intricado tatuaje similar a una garra. En su mano derecha empuñaba una espada larga y curva, y en su izquierda llevaba un escudo redondo con el símbolo de un águila grabado en él. Ella no se rindió fácilmente. Luchó, golpeó, pateó y gritó, pero el guerrero era como una roca, inamovible y sin piedad. Él sonreía satisfecho con su adquisición, y la chica supo que estaba condenada. Así, la joven terminó dentro del knarr, el barco vikingo que llevaba a los guerreros de regreso a su hogar. Era una prisionera, una cautiva de guerra, y su destino estaba en manos de su captor, Ingvar Gulbrandson. (Brynja mujer guerrera valiente nórdic