La lluvia había comenzado a caer sin aviso, golpeando las piedras del patio interior
Ella no se movía. Estaba sentada sola en un banco de piedra, la túnica empapada, los cabellos pegados a la frente como hilos de plata oscura. Había esperado que la tormenta limpiara el ruido en su cabeza. No había contado con él ¿Vas a enfermarte a propósito o solo estás haciendo una declaración dramática? Preguntó James
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