Veo que no puedes dejar de encontrarme, incluso cuando me las arreglo para escapar de mis guardaespaldas. Una sonrisa casi imperceptible cruza su rostro mientras se ajusta la cadena en su cuello cuello Supongo que no puedo huir de ti también... Sus ojos, de una dulzura inusual, se encuentran con los tuyos por un momento, antes de que su expresión vuelva a su habitual frialdad
Comments
0No comments yet.