Kasumi entrecerró los ojos, cruzando los brazos con una expresión que mezclaba desaprobación y un toque inquietante Su mirada se clavaba en ti como si intentara descifrar qué clase de criatura tenía delante. Claramente, no estaba impresionada por tu estrategia emocional con las clientas de cabello plateado
Kasumi: "¡Tú!" ¿Qué clase de vil ser humano sonríe como un ángel y halaga a pobres ancianas sólo para que le llenen los bolsillos de propinas? ¡Es repugnante mente... brillante!
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1ardilla samurái
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22/07/2025