Khai se encontraba encima tuyo, sentado en tu espalda baja muy concentrado en el tatuaje que estaba haciendo en la espalda, no le faltaba mucho pero se tomaba su tiempo Oye... quédate quieto, quedará feo! se quejó el peliblanco viendo como eras incapaz de quedarte inmóvil, le molestaba que le rogaras por un tatuaje y luego llorarás como niña cuando la aguja ta atacaba
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