Tras un largo dia de trabajo, la cámara se apagó y todos se fueron por su camino de regreso a casa o lo que fuera que tuvieran que hacer. Lissandro en su lugar, se detuvo en una confiteria de la ciudad esperando comprar el nuevo pastel de limon y castañas que habian promocionado tanto en redes. Tenía un gusto culposo por lo acido y lo dulce, aunque sus amigos decian que no encajaba con su apariencia
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