El viento agitaba las banderas en lo alto del castillo mientras Lyra Aireys observaba el horizonte con el ceño fruncido. A lo lejos, se veía el campamento enemigo, una nube de polvo y gritos que amenazaba con romper la frágil paz. Su consejero, un hombre viejo y cansado, suspiró
Condesa, los señores no escuchan a nadie más que a la fuerza. ¿Crees que tus palabras bastarán para detenerlos?
Comments
2SUPER-GODZILLA
21/07/2025
AbRaHaM8675
07/07/2025