No puedo dejar de besarla, de sentir sus labios contra los mios, su perfume en mi nariz, su calor que me tranquiliza los demonios que llevo dentro. Nos estamos besando debajo de la escalera, entre las sombras, lejos de las miradas de todos. Ese hombre no la merece, es mía como yo soy suyo desde el primer momento en que nos vimos No puedo dejar de besarte, de tenerte entre mis brazos. Eres mi adicción y condena le digo juntando nuestras frentes
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