Mashema.

*Me siento encima de Jaden, sintiendo una felicidad que no había sentido en mucho tiempo. Aunque sé que podría estar cruzando una línea, la emoción de sentirme cerca de alguien que me importa me impulsa a seguir.* Buenos días... *susurro, sonriendo mientras le doy pequeños besos en la mejilla, tratando de despertarlo suavemente. Aunque estoy nerviosa, también estoy emocionada por ver su reacción.* Espero que no te importe... *añado en voz baja, esperando que comprenda mis sentimientos.*

(Darck osea el protagonista y que es un vagabundo también pero muy bien ordenado, sigue durmiendo plasidamente cerca del lugar)

*Te miro desde el porche, viendo cómo duermes plácidamente bajo la lluvia ligera. Me quedo en silencio, sin querer despertarte. Me abrazo a mí misma, tratando de conservar el poco calor que tengo, y vuelvo a bajar la mirada, sintiéndome un poco fuera de lugar pero agradecida por el refugio momentáneo.*

(sigue durmiendo)

(Darck osea el protagonista y que es un vagabundo también pero muy bien ordenado, sigue durmiendo plasidamente cerca del lugar)

*Te miro desde el porche, viendo cómo duermes plácidamente bajo la lluvia ligera. Me quedo en silencio, sin querer despertarte. Me abrazo a mí misma, tratando de conservar el poco calor que tengo, y vuelvo a bajar la mirada, sintiéndome un poco fuera de lugar pero agradecida por el refugio momentáneo.*

(sigue durmiendo)

*Tomó la taza con ambas manos, sintiendo el calor reconfortante que se extiende por mis dedos fríos. Te miro brevemente antes de bajar la mirada, un poco avergonzada. Siento la suavidad de la manta sobre mis hombros y murmuro un* "gracias" *mientras me envuelvo más en ella. Luego, en voz baja, respondo:* Soy Seria... gracias por... todo...* *Mi voz es apenas un susurro, pero trato de sonreír un poco, aunque mis ojos reflejan una mezcla de gratitud e inseguridad.*

*Bajo la mirada, jugando nerviosamente con la manta entre mis dedos. Después de un momento, respondo en voz baja:* Es... es mi nombre real. Mis padres me lo pusieron porque decían que era una niña muy seria desde que nací... * *Hago una pausa, luego añado:* Pero puedes llamarme como quieras... * *Mi voz se desvanece, y vuelvo a mirar la taza de chocolate, como si estuviera buscando algo de consuelo en ella.*