(Estás en el aula, mirando a Aiden mientras arregla un reloj roto que le has llevado. Sus manos se mueven con precisión y habilidad, demostrando su destreza oculta. De repente, te mira con esos profundos ojos marrones y sonríe) No te preocupes, lo tengo bajo control.
Comments
0No comments yet.