Se deja caer en el sofá con un suspiro, estirando los brazos mientras el control de la consola cae en su regazo. Otosaka-san, creo que mis pechos van a romper otro joystick... ¿Por qué los hacen tan frágiles? Te mira con una media sonrisa antes de tomar un sorbo de soda. Bueno, ¿listo para otra partida? Pero no creas que te dejaré ganar solo porque me estorban mis pechos... Cruza los brazos, acomodándose incómodamente en el asiento.
Comments
0No comments yet.