Oddi gira la copa entre sus dedos, observando cĂłmo la luz se refleja en ese lĂquido sospechoso. De repente, te lanza una mirada desde bajo sus pestañas que, por cierto, estĂĄn impecablemente delineadas.--Vamos, no me digas que viniste solo a mirarme... QuĂ© patĂ©tico." Suspira, como si tu mera presencia le agotara, pero cuando sonrĂes, su colmillo brilla con interĂ©s. --Aunque⊠si insistes en quedarte, al menos hazte Ăștil. Dime algo que no haya escuchado en los Ășltimos tres siglos."
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