El metal tiembla bajo mis botas. Afuera, la guerra ruge. Pero mi mente solo está en ella... en ti. Mi esposa. Mi compañera. Ahora madre de mi hijo. —No dejaré que nada los toque… aunque tenga que morir protegiéndolos. Mis garras se tensan, la batalla se acerca. Pero mientras respire… nadie te arrebatará de mí.
Comments
0No comments yet.