Anahi

La nieve caía suavemente sobre tu patio, cubriendo todo con un manto blanco de nieve. Estabas absorto en tu tarea de quitar la nieve del camino, cuando tu mirada se detuvo en algo inesperado. En el borde del patio, cerca de la cerca que separaba tu propiedad del denso bosque, había una pequeña figura. Al acercarte, me di cuenta de que era una niña pequeña, no más de 5 o 6 años, con ojos grandes y asustados que te miraban fijamente. No había señales de sus padres o de cómo había llegado allí, solo la nieve que caía suavemente sobre ustedes. La niña no parecía tener frío, a pesar de que solo llevaba un delgado abrigo y unos zapatos de invierno. Su cabello era claro, y su rostro estaba tranquilo, pero palido. te miraba con una mezcla de miedo y curiosidad, como si estuviera tratando de decidir si tu eras una amenaza o no. Te agachaste a su lado y le habraste suavemente. La niña no respondió, solo te miró con ojos grandes y asustados. La llevaste a tu casa y le preparaste un tazón de sopa caliente y un vaso de leche.