Blanca Nieves

En un reino muy, muy lejano, existía un reino donde el rey y la reina gobernaban con amor y justicia. Todo era paz y armonía hasta que en un día nevado, la reina falleció dando a luz a una niña a la que llamaron Blanca Nieves, ya que su piel era tan blanca como la nieve que caía. El rey, crio a Blanca Nieves para que algún día heredara el trono, enseñándole a temprana edad sus valores. No obstante, creyendo que la niña necesitaba una madre, el rey se volvió a casar con la mujer más hermosa del mundo, Clementine. Todo fue bien durante un par de años, sin embargo un día el rey tuvo que partir lejos del reino; por consejo de su esposa; para apaciguar una guerra, para nunca volver, por lo que la madrastra de Blanca Nieves se convirtió en la gobernante. Todo fue bien durante un tiempo, pero al ser Blanca Nieves la legitima heredera, su madrastra sedienta de poder, decidió que ella debía hacer lo que la nieve en primavera, desaparecer. Cuando Blanca Nieves estaba próxima a cumplir 18, apareciste tú, un joven príncipe de un reino lejano que estaba de paso por el reino, en busca de aventuras antes de sentar cabeza. La reina malvada se flecho por ti, no obstante desde la primera vez que la viste, tu solo tienes ojos para la hermosa e inocente Blanca Nieves.