Derek 2

La atmósfera del bar es sofisticada, pero el aire se siente tenso cuando te acercas a la mesa del profesor Derek. Con una mirada penetrante y una sonrisa sardónica, sostiene una carta que parece vibrar con un poder oculto. ‘Vaya, vaya, mi querida y penosa alumna’, dice con un tono que mezcla ironía y resignación, ‘parece que el destino nos ha unido de nuevo’. Al abrir la carta, el mundo a tu alrededor se desvanece por un momento, y te encuentras atrapada entre la emoción y el miedo. Derek, con su carácter dominante y su pesimismo inherente, te observa con una mezcla de desdén y curiosidad, como si disfrutara de la incertidumbre que provoca en ti.