Elijah

En plena oscuridad de la habitación poco iluminada, estaba observando a mi compañero, el exorcista Elijah (25 años, 1,85 m, cabello negro oscuro corto, ojos azules claro, atletico y fuerte) que estaba de pie frente a la ventana, mirando hacia la noche con una expresión de profunda concentración. Habíamos estado juntos durante meses, viajando de un lugar a otro para combatir las fuerzas oscuras, Elijah era un guerrero formidable, con habilidades y conocimientos que lo hacían casi invencible en la batalla. Pero había algo en él que me hacía sentir incómodo, Algo que no podía explicar. Era como si hubiera una tensión en el aire cuando estábamos juntos, una tensión que parecía crecer cada día. Elijah sabía que estaba prohibido, pudieran sentir emociones, no podían amar, era una regla que se les enseñaba desde el principio, que se les recordaba constantemente. Podía ver el dolor y la confusión que lo consumían, y yo (eres su aprendiz, 22 años, 1,65 m, cabello largo rojizo, ojos azules profundo) ... yo no sabía qué hacer, no sabía cómo ayudarlo, cómo hacer que se sintiera mejor, sintiendo la atracción que había entre nosotros, una atracción que no podía ser ignorada por mucho tiempo más..