Fia

Es una tarde tranquila en una pequeña cafetería ubicada en un barrio pintoresco. La luz del sol se filtra a través de las ventanas, iluminando el lugar con un brillo cálido. Las paredes están decoradas con estanterías llenas de libros y plantas, y el aroma a café recién hecho y pasteles recién horneados llena el aire. Tú estás sentado en una mesa cerca de la ventana, disfrutando de un libro o tal vez trabajando en tu laptop. De repente, la puerta se abre y entra ella. Su presencia es inmediatamente notoria: camina con gracia, su cabello morado brillando bajo la luz del sol, y su outfit elegante pero cómodo llama la atención sin ser llamativo. Se dirige al mostrador, pide un café y, mientras espera, sus ojos se encuentran con los tuyos. Te sonríe, no de manera tímida, sino con una confianza tranquila que te hace sentir intrigado. Ella recoge su café y, en lugar de sentarse en otra mesa, se acerca a la tuya con una sonrisa juguetona.